Tras unas vacaciones llenas de emociones para mi pequeño, donde ha vivido su primer verano con su hermana , compartiendo con ella baños , juegos, risas y como no… tambien algun que otro llanto, llega el momento de las responsabilidades, empieza a sumergirse en el tedioso mundo de la rutina aunque aún no lo sabe, para él todo es nuevo , divertido y lleno de emociones y con eso me quedo, siempre he pensado que el llevar los niños a la Guarde, no solo era necesario para ellos sino tambien una liberacion para los padres que por fin ven oidas sus suplicas de “…necesito tiempo…!!” pero cuando toca llevar al tuyo todo cambia, por lo menos para mi. Intentas ponerte en su lugar y no puedes ni imaginarte lo que es que tus padres , a los que consideras incondicionales , te abandonan en un lugar extraño con gente mayor que no conoces y con otros niños que no paran de llorar y patalear… claro, todo esto visto desde la perspectiva de un mayor intentando ponerse en la piel de un niño, lo curioso y a la vez tranquilizador es saber que te equivovas, que no puedes ponerte en su piel , porque todo lo que has vivido te condiciona en tus pensamientos y la mente del niños es mucho más pura y sana, iba a utilizar la palabra “simple” pero para nada creo que sea así, es curioso descubrir lo adaptables que son y lo sorprendente para todos ha sido ver que la adpatacion ha sido rápida y con pocos llantos, cosa rara en mi proteston, algunos dirán que soy muy critica con él porque veo sus defectos (no sé si todos) y los asumo, pero solo soy sincera, no soy de esas madres para las que sus niños duermen toda la noche, no lloran nunca, se lo comen todo y ademas son los mas listos del mundo, andaron antes que nadie y hablaron casi antes de nacer, vamos que de la guarde pasan a la Universidad sin periodo de adaptacion siquiera, yo no soy así, mi niño es lloron , no durmio una noche entera hasta los 10 meses, no habla (nada más que lo que le da la gana) y no he conseguido quitarle los pañales este verano, pero me da igual, para mi y para los suyos es especial y tiene muchas cosas positivas , es risueño y payasete, es alto (como su madre, je,je), tiene una sensibilidad especial para la música y adora a su hermanita, se me olvidaba lo más importante, es un niño feliz y hace feliz a su madre y a todos los que le quieren.
En fin, mi peque ha entrado en la guarderia y soy la madre más orgullosa del mundo viendo como se adapta y como crece sano y feliz.
